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Los usuarios de la vivienda tutelada son personas con discapacidad intelectual, con una discapacidad reconocida superior al 33%, con necesidades de apoyo extenso, limitado o intermitente, los cuales pueden tener o no otras discapacidades asociadas: motrices, sensoriales, y/o conductuales. 

Son personas que, por sus circunstancias socio-familiares, carecen de un hogar donde vivir dignamente o si encuentran en centros o residencias no adecuados a sus necesidades. También encontramos casos de personas con discapacidad intelectual de edad madura o avanzada que constituyen una sobrecarga familiar.

La capacidad de la vivienda oscila de cuatro a siete usuarios, siendo la ocupación de seis personas la más adecuada al tamaño de la misma. Predominan los usuarios/as de nivel medio, con necesidades de apoyo limitado, que además son autónomos en las actividades básicas de la vida diaria.

Algunos de los usuarios/as precisan de apoyos extensos en la mayoría de las actividades instrumentales de la vida diaria, mientras que otros son de nivel ligero (precisando supervisión y apoyos intermitentes).

Vivienda Tutelada

La vivienda tutelada es un recurso de alojamiento y convivencia, destinado a personas con discapacidad intelectual que requieren una alternativa a la vivienda en su habitual núcleo familiar por distintos motivos.

Programas

Los programas adaptados a nuestra Vivienda Tutelada se centran en aspectos propios de las habilidades de la vida diaria que son más específicos del servicio